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Estamos a solo unos días del inicio de nuestro Capítulo General, y antes de que comience, queremos recordar el significado de este acontecimiento sinodal que viviremos como Congregación.
El Capítulo General es un evento de gran importancia para la Familia Hospitalaria. Se trata del órgano que representa a toda la Congregación y ejerce autoridad colectiva en lo referente a su vida y misión. Constituye un período de revitalización del carisma y proyección apostólica que experimentamos con un profundo sentido de fe y fraternidad.
Este acontecimiento se lleva a cabo cada seis años y es convocado por la Superiora General, con la aprobación de sus consejeras. Durante el Capítulo, nos situamos con una actitud de discernimiento, buscando escuchar la voluntad divina para nuestra Congregación en la Iglesia.
Es un tiempo de dedicación en oración al Espíritu Santo, donde colaboramos activa y responsablemente, creando un entorno de profunda espiritualidad y auténtica conversión. Requiere una planificación meticulosa para abordar los temas importantes y determinar el momento y lugar adecuados para su celebración, según lo establecido en nuestro Directorio.
El Capítulo General es una oportunidad para reflexionar, planificar y tomar decisiones que guiarán el rumbo de nuestra comunidad en los años próximos. Representa una apertura a nuevas perspectivas de vida y misión en el ámbito hospitalario, donde la dimensión evangelizadora de nuestro trabajo es el principio rector que nos define y otorga significado a nuestra labor como comunidad hospitalaria.
Desde Hermanas Hospitalarias nos proponemos que este encuentro fraterno nos motive a reflexionar sobre la renovación de nuestro carisma y servicio, en una búsqueda activa de nuestro camino misionero.
Que nuestros fundadores San Benito Menni, María Angustias Giménez Vera y la Venerable María Josefa Recio, nos iluminen y nos guíen en este proceso tan importante para toda la comunidad hospitalaria.
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